domingo, 9 de septiembre de 2012

Aporte al Encuentro de la Militancia Secc. 5 Septiembre 2012

INTRODUCCIÓN


Mucho se habla de la pérdida de credibilidad de los partidos políticos, hoy en día, sin embargo si uno se detiene en los discursos políticos de nuestros dirigentes y en el tratamiento de los medios en este sentido, parecería que esto no es así, que todo marcha bien y que los dirigentes políticos actuales gozan de la confianza y son depositarios de expectativas mejores por parte de nuestros ciudadanos. Pero entonces, que es lo que está fallando?, adonde esta el error? Porque, si se sigue haciendo lo que siempre se ha hecho, incluso mejorando los procedimientos y estrategias mediáticas aplicadas, porque se extiende en nuestra ciudadanía una percepción generalizada de que la política y, por tanto, sus dirigentes andan muy mal. Porque, entonces en la encuesta de Latinobarometro del año 2011, ante la pregunta de que le falta a la democracia de su país, en Argentina el 61 % cree, cree que se debe disminuir la corrupción, y es el 2do. país de Latinoamérica, superado sólo por Colombia, en esta percepción?. Estas preguntas que nos formulamos son legitimas, y esta percepción de quienes recorremos diariamente el territorio e intercambiamos opiniones con nuestros vecinos, se corroboran con cuanto estudio de opinión, como el mencionado, se realice. La conclusión es demasiado clara y contundente existe una creciente desconfianza hacia los partidos políticos y hacia las motivaciones de los dirigentes en ellos cobijados. Es en este contexto donde es muy clara para nosotros la aparición en Córdoba de fenómenos como el Frente Cívico, o mejor dicho de Luis Juez, encarnando la posibilidad de recuperar para la política su rol fundamental, la de procurar el bien común, la de trabajar para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

Esta irrupción abrumadora, se explica, en su gran mayoría por la necesidad de la ciudadanía de encontrar un dirigente, un espacio, un partido, que sea capaz de representar dignamente sus intereses y cuando lo encontraron se volcaron masivamente a las urnas para ratificarlo. Sin embargo, esa cuota de poder debía ser validada, esa base discursiva debía ser refrendada, a nuestro entender, cometimos cuatro errores fundamentales a saber: a) falta de un programa de acción que contuviera en su seno un conjunto de medidas muy concretas y definidas que guardarán relación con la base discursiva del espacio; b) La función de intermediación entre los ciudadanos y quienes toman decisiones, debía expresar aquellos valores que enarbolada el espacio, no es cierto que todo suma, la confianza de los dirigentes políticos y los ciudadanos se genera cuando los hechos cotidianos de sus dirigentes se corresponden con el discurso, de lo contrario esta se debilita, c) Avanzar en un nivel de organización del espacio que permitiera fortalecer el mismo para acompañar, el discurso y la relación que el líder construye con los ciudadanos y d) Se subestimó el poder de los medios para “manipular” la opinión de los ciudadanos, distorsionando la “realidad” o mostrando de la misma la parte afín a sus intereses. Descuidamos estas cuatro cuestiones y como consecuencia de la misma y un manejo estudiado de los medios por parte de la oposición, permitieron el triunfo del PJ y una derrota, por lo menos preocupante, para el futuro de nuestro espacio.

Sin embargo, a dos años de aquella derrota, nos preocupa, aún más, observar que la lógica que nos llevo a ella, no parece haberse modificado, gran parte de los dirigentes no parece haber comprendido las causas de aquella derrota y la las posibles consecuencias de cara al futuro.

En este marco y con el ánimo de hacer un aporte sincero, honesto y coherente es que señalamos los siguientes puntos a analizar, debatir y extraer algunas conclusiones que nos permitan devolver a la ciudadanía de Córdoba la esperanza de que existe otra forma de hacer política y que el frente cívico sigue siendo una opción válida en ese sentido.

ASPECTOS IMPORTANTES PARA DEBATIR

1. Nos falto transitar por un proceso de autocrítica, honesta y con firme intención de corregir los errores cometidos, no para castigar o expulsar a nadie, sino para no volver a “repetir” la historia de la derrota. Hubo, más bien, un proceso de catarsis colectiva, con una bajeza moral que nada tiene que ver con los valores que promueve el espacio. Se han señalado responsabilidades generales, como aquello de “todos somos responsables” pero no se dice ni en qué ni por qué. Y no se distinguen niveles de responsabilidad, no es la misma la responsabilidad de un militante en los barrios que la de aquellos que ocupan lugares de decisión. Esta es una deuda pendiente.



2. Nos falta definir una identidad propia y diferente a los partidos políticos cuyas prácticas repudiamos, es esa identidad la que nos permite compartir un espacio por convicción, porque compartimos los mismos valores y pensamos que esa es la mejor opción para nuestra provincia. Sin identidad somos más de lo mismo y luego sino estamos por convicción estamos por conveniencia y en ese sentido, cuando el frente cívico deja de ser conveniente se produce una sangría de dirigentes y adherentes al espacio y esto nos debilita aún más. El caso “Borello” es emblemático.



3. Nos falta una organización clara, democrática, que permita definir reglas claras que definen criterios claros, siempre de acuerdo a los valores del espacio, para acceder a los distintos lugares de decisión dentro del partido. De lo contrario las apetencias, las “movidas” y los posicionamientos por cargos para la próxima elección legislativa del 2013 se hace de una manera anárquica, a dedo, sin un mecanismo que valide y convalide esos posicionamientos. No esperemos obtener resultados diferentes, haciendo las mismas cosas que nos llevaron a la última derrota



4. La Casa Legislativa nos ha dado un lugar y un nuevo impulso para no dejar atrás nuestras metas, más o menos están en actividad con mucho esfuerzo y de manera más o menos constante y empeño los siguientes grupos: de Mujeres, la Mesa de Trabajadores, el Equipo de Prensa, la Escuela de Formación Política, Logística, la reunión de empleados legislativos con los legisladores, la Mesa Capital, la estrategia de intervención en centros vecinales y espacios ciudadanos.



5. El caso del IPEP merece un comentario aparte, muestra claramente que así desorganizado el espacio no es de nadie y es de cualquiera, sin ánimo de ofender. En ese espacio se trabajo, se debatió, se genero una plataforma de gobierno que debiera haber sido la base para seguir trabajando una plataforma de gobierno consistente. El camino a seguir era empezar a discutir con la ciudadanía las propuestas allí elaboradas, dotar a la militancia de ese material para enriquecer la discusión territorial y confrontar con nuestros vecinos las propuestas allí concretadas. Nada de eso pasó, se descuido el aporte de muchos profesionales y ciudadanos que concurrieron desinteresadamente a participar de esta experiencia. Es increíble el esfuerzo de tantas personas desperdiciado, sin solución de continuidad. Para las próximas elecciones, que haremos? Empezaremos de nuevo? Y todo lo que dijimos antes?. Esperaremos que vuelvan a creernos?



6. En cuanto al trabajo territorial en las seccionales en las bases se notan esfuerzos de algunos grupos por avanzar en algún proceso organizativo, pero “los mensajes” de quienes poseen mayores responsabilidades es confuso, dicen apoyar estos esfuerzos en lo discursivo, pero lo hechos concretos no parecen ir en esa dirección. Es necesario sincerarnos, si no creen que ese sea el camino hay que decirlo, debatirlo, discutirlo, y plantear cuál es la alternativa que se propone. Estamos convencidos que el mensaje a los dirigentes territoriales debe ser distinto, para que los resultados sean distinto. No debemos tenerle miedo a los procesos democráticos, sino promoverlos, apoyarlos, alentarlos, etc.



7. Como consecuencia de lo anterior es que hemos perdido presencia en el territorio, ya que la lógica es “trabajar para convencer a quienes deciden”, porque este sigue siendo el mecanismo de acceso a lugares de decisión. Nuestro compromiso “en la calle” es por demás escaso. Solo en la marcha del 24 de Marzo, por Memoria Verdad y Justicia, y luego la actividad del 25 de Mayo con vestidos de época. En la marcha a favor de las Madres de Ituzaingó no se vieron banderas del Frente Cívico, si bien hubo una clara adhesión expresada en los medios. El acompañamiento a las luchas “por los jubilados” debe ser más contundente. Esto también debe profundizarse y poner el énfasis en que la dirigencia trabaje para convencer a los ciudadanos.



8. Nuestra presencia en los Medios de Comunicación de Córdoba es aceptable, las denuncias, pedidos informes y presentación de proyectos, tanto en la Legislatura, como en el Concejo Deliberante, como las declaraciones de Luis Juez, ayudan a instalarnos como una fuerza que sigue siendo fuertemente ética y comprometida. Este camino debe profundizarse.



9. El llamado a un posible Congreso Partidario, ahora Encuentro, con la actividad previa de afiliaciones, ha despertado cierto entusiasmo pero carece de una clara información de sus motivaciones y por lo tanto cuesta que sea realmente movilizador y genera muchos interrogantes. No puede ser que nuestras iniciativas empiecen y terminen con la convocatoria a un congreso partidarios. Ahora bien, ¿para qué? Porqué? Conque temario? Cuáles son las instancias de debate previo?. Cuáles son los documentos a debatir? A qué conclusiones esperamos arribar?. No se puede hacer política sólo con fuegos de artificios. Como fruto del Congreso Partidario, no solo debiera ser aprobado un plan de acción, con actividades programadas, definidas, si no que debiera quedar conformada, al menos de manera provisoria, una estructura de conducción partidaria donde estén presentes y representados las diversas seccionales, los diversos grupos y equipos que trabajan y los departamentos del interior. Si esto no fuera posible porque no tenemos un nivel de desarrollo suficiente como para legitimar todos estos lugares de representación, al menos, el Congreso, debiera iniciar el proceso de institucionalización partidario, conformando un equipo a tal fin, que en un tiempo determinado, debe presentar un plan y los mecanismos para elegir las autoridades partidarias.



10. Qué se está haciendo y quién lo hace, en los Departamentos de la Provincia, donde la derrota fue abrumadora, es una gran incógnita o, por lo menos, carecemos de una información suficiente y precisa. Esto debe superarse cuanto antes.



11. Sigue siendo una cuestión central preguntarnos ¿Quién orienta al Partido hoy en este proceso de reconstrucción? Todos los esfuerzos antes mencionados, todos estos intentos tienen un problema: no están coordinados, no tienen un horizonte preciso, son esfuerzos disgregados. Eso lleva a la superposición, al cansancio, a la dispersión de fuerzas. Por otro lado, hay temas que se van decidiendo y no se sabe bien quién o quienes lo deciden y en qué espacios, reuniones o grupos de decisión o al menos no queda suficientemente claro como se toman las decisiones que nos involucran a todos. Como ejemplo vale este proceso rápido de afiliaciones, los vínculos que nos ligan al FAP, la futura estrategia electoral y la sorpresiva conferencia de prensa del lunes donde como Frente Cívico se presentó la propuesta de compensación de deudas entre el gobierno de la provincia de Córdoba y el Estado nacional a través de la Anses. No hay “unidad en la conducción”. Luis nos dice a todos “hagan”. El conductor natural, Luis Juez, nos ha pedido este protagonismo de manera explícita el año pasado en Carlos Paz con una frase por demás contundente “yo me voy a marginar estos cuatro años”, reiterando algo que siempre sostuvo: “hagan, métanse, participen” Nosotros “hacemos” pero… hacia donde? ¿Quien conduce, coordina todo esto? Son algunos dirigentes territoriales, es el círculo más cercano a Luis, o es Luis mismo cuando no queda más remedio? Si no hay una unidad de conducción, si no está claro quién tiene el timón, lo que se produce es dispersión de fuerzas, desorden de actividades, falta coordinación, superposición de acciones, falta de información y lo que es peor, desconfianzas mutuas o rivalidades para ocupar ese lugar. No basta con que cada uno haga lo que puede y como puede, con mucha buena voluntad pero a la larga y a la corta, esfuerzos precarios e ineficaces.



12. La otra pregunta ineludible, todas nuestras acciones es ¿cómo recuperamos la confianza de los ciudadanos de Córdoba para convertirnos no solo en un Partido de oposición si no también en una real alternativa de poder para gobernar esta provincia? ¿con qué criterios de trabajo, con qué claridad ideológica, con qué propuestas de acción?. No deberíamos tener una estrategia? Un Plan de acción?. Cuando uno viaja a un lugar en el que nunca ha estado, lo primero que hace es conseguir un mapa del lugar, una hoja de ruta, para aumentar las probabilidades de llegar, de lo contrario si se llega es una casualidad, solo eso y nada más que eso, pero las probabilidades de llegar de este modo son extremadamente reducidas, depende sólo del azar.